Problemas y soluciones en las costumbres y hábitos alimenticios  

Gracias a unos estudios transversales (encuestas y entrevistas) que realizo Nutrinfo se descubrió los hábitos alimentarios en adolescentes en una secundaria del país de México, siendo 632 estudiantes entre 12-15 años que fueron incluidos para la realización del estudio. En los resultados se destaca que una gran parte de los adolescentes no se alimentan con las 3 comidas necesarias para el día, y que la mayoría consume comidas en exceso no recomendables para la edad que tienen. 

Esto se debe a los malos hábitos alimenticios que los adolescentes suelen recurrir a la falta de una educación alimenticia, donde consiste en saltarse comidas como el desayuno y comer demasiadas veces comida proveniente de la calle, consumo excesivo de chuches y no escoger bien sus alimentos nutritivos.  

Todo esto trae graves consecuencias, causando una serie de problemas de salud a una temprana edad, tanto corto o a largo plazo, incluso permanentemente, aquí las consecuencias que sufren los adolescentes debido a los malos hábitos y costumbres alimenticias son los ya mencionados sobrepeso y obesidad, así como la desnutrición, diabetes, enfermedades cardiacas y crónicas. 

Frente a todo esto, es momento de sugerir soluciones simples y sencillas a este tema, ya que es más que fundamental implementar acciones simples pero efectivas. Una solución clave es ofrecer educación nutricional desde etapas tempranas, integrando contenidos sobre alimentación saludable en las escuelas. También es importante promover el hábito de no saltarse cualquiera de las 3 comidas diarias, inicializando así una alimentación más equilibrada durante el día. Reemplazar el consumo de golosinas y comida chatarra por opciones más saludables como frutas o frutos secos puede marcar una diferencia grande. También, es recomendable que las familias compartan al menos una comida al día, reforzando así los buenos hábitos alimenticios, y la hidratación también juega un papel esencial, por lo que se debe incentivar el consumo de agua en lugar de bebidas azucaradas. Además, promover la actividad física diaria ayuda a mantener un equilibrio saludable entre energía consumida y energía gastada.